Cien días no es nada

Ayer se cumplían los 100 primeros días del mandato del presidente de EEUU, Barack Obama, y por lo general, todos los medios hacen balance de sus acciones y/o intenciones. No me parece mal, incluso creo que es necesario, pero me resulta curioso el número redondo "100". Si hubiera metido la pata (lo mismo pasó) el 30 de enero, ¿aún le quedarían 90 días para que le evaluasen? Pues no, por supuesto. Pero esto de la cortesía de los cien primeros días puede ser algo contraproducente al verse el afectado presionado por quienes el día 99 están ya sacando punta al lápiz. Si lo hace mal, ya sabe lo que hay. Y si lo hace bien, puede que se relaje tanto que le pase como al estudiante que memoriza la lección el día antes del examen, aprueba y a los dos días resetea su cabeza.

¿Y a cuento de qué viene esto? Pues a cuento de que este blog hace sus 100 primeros días pasado mañana y quería aprovechar para agradecer y saludar a quienes me han leído y a quienes han participado con sus comentarios, que espero sigan haciéndolo.

Yo, como Obama, me siento satisfecho por lo realizado hasta ahora. Seguiré con el batiburrillo que tengo montado y atenderé todas las cuestiones que planteéis.